Vistas de página en total

domingo, 13 de julio de 2014

Vómito verbal*

No puedes cambiar a alguien sin destruír lo que fue.
Aún peor, es creer que podés cambiar a alguien
¿Por qué? ¿quién te da ése poder? ¿quién sos para hacerlo? ¿quién te creés que sos para poder hacerlo?
No podés darle felicidad a quien no la quiere.
No podés intentar entrar en la vida de alguien que no quiere compartirla con vos.
No podés querer llamar la atención de alguien que necesita esa atención.
No podés hacer feliz a otro si no sos feliz.
No podés hacer vivir a alguien que quiere morir, ni dar ganas de vivir si no las tenés.
No se puede, todo es no. 
No se puede aguantar, no se puede fingir, ¡no más! ¡no se puede más!
Desespera, ahoga, aprieta, duele... Sobre todo duele. Hiere, mata de a poquito, pero no le importa.
Nada le importa.
¿Y por qué le importaría? ¿Quién soy yo para que le importe? Nadie. No soy nadie.











NADA ME AFECTA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario