Vistas de página en total

domingo, 31 de agosto de 2014

Mágico*


 A veces la vida toma un rumbo inesperado y todo lo que pasaba, se transforma. De repente, un giro de 360 grados y todo cambió. Lo que odiabas empieza a parecerte algo normal, empezás a aceptar y a aceptarte. De repente entendés que no importa lo que piensen los demás, que importa lo que pensás vos. Y cuando aclarás todas tus mierdas, aparece una persona que te hace sentir todo eso que nadie nunca te hizo sentir, y volvés a creer en un montón de cosas. Tal vez, todo estaba planeado. Tal vez, sólo es que le tengo miedo a lo que es perfecto





miércoles, 27 de agosto de 2014

 ¿Cuál es la diferencia entre un te quiero y un te amo? ¿Cuándo cambia eso? ¿Cómo darse cuenta? ¿Qué es lo que diferencia una relación de un noviazgo? ¿Qué tanto peso tiene el título?

sábado, 16 de agosto de 2014

Un viaje por mi psicología*

 No soy de la clase de personas a las que le gusta ventilar del todo su intimidad, y mucho menos lo que realmente pasa por mi cabeza. Al blog lo utilizo para inspiraciones matutinas, temas en concreto o hasta quizás cosas que, en base a sentimientos o situaciones cercanas a mí, pueden llegar a identificar a mis (pocos o muchos) lectores. 
 Hoy va a ser la excepción, porque decidí canalizar algo que me pasa, aún sabiendo que a usted, querido lector, le chupa bien un huevo mi psicología.
 Logré que muchas personas se abran conmigo, personas que nunca antes lo habían hecho con nadie, personas que se han y han ocultado cosas durante mucho tiempo. El ser humano tiene extraños mecanismos de defensa
 No sé cómo, no sé por qué, pero de algún modo la gente confía en mí, y como twitteé el otro día: terminan contándome secretos que nadie más sabe.
 Una vez me dijeron que cambiaba lo que no me gustaba de las personas, que de alguna forma lograba penetrar en la psicología de los demás con un perfil dulce, como una "psicóloga encubierta" (sí, esas fueron las palabras). 
En cierto punto, es verdad. Cambio a las personas. No. En realidad ellas cambian solas. Gracias a mí.
 Mi punto de vista es que sólo quiero que las personas encuentren ése click para ser felices. Muchas de esas personas pueden serlo, pero tienen trabas psicológicas. En general, son de esas personas que se niegan a ir a terapia, las obligan, no les gusta o no se abren. Son personas que hasta quizás tuvieron una vida de mierda y ella misma las obligó a utilizar esos mecanismos. Sólo me gustaría lograr en otros lo que terapia logró conmigo lo que dejé que terapia logre conmigo. Quiero que entiendan lo que yo entiendo sola, porque yo me auto-analizo todo el tiempo.
 La mayoría de la gente a la que cambié, en realidad, que cambiaron solas gracias a "mi ayuda", me dejó sola. Porque pudieron ser felices y no me necesitaron más, y tampoco decidieron compartirlo conmigo. Pero aún así, siempre termino haciéndolo. Cada vez que aparece alguien nuevo, alguien tóxico, necesito hacerlo, como si fuera una misión, mi misión. Es extraño.
 "No vas a lograrlo, esa persona es demasiado cerrada" y BOOM: Psicoanálisis. Logré que se abra. Uno más.
 "¿Por qué no estudiás psicología? Tenés un don" 
  Pero no, no tengo ningún don. Sólo quiero que la gente encuentre las herramientas para ser feliz. ¿Por qué? No tengo idea. Ahora mismo estoy sonando como una Cupido del auto-control y el equilibrio emocional, qué patético.
Sólo creo que no sirve de nada no abrirse, que es lindo tener a alguien con quién abrirse como nunca tuve yo (o no quise ver). Y es egocéntrico, pero me gusta cuando veo los resultados. 
Sólo quiero que no pasen por lo mismo que yo, que se den cuenta de las cosas, que se conozcan, que ENTIENDAN. ¿Saben lo importante que es eso? ¿Lo maravilloso y profundo que puede llegar a ser? Aceptar un problema, afrontarlo y solucionarlo, antecede a la libertad, ¿alguna vez lo vivieron? Es la situación más gratificante del mundo. Y cuando sos libre, entendés. Y al enenderte, podés entender a los demás. Es... mágico.
 Duele, sí. Duele sacar a relucir el pasado, duele revolver mierda, pero el resultado, uff, vale la pena. Creo que no lo entendés hasta que no te pasa.
 Cuando yo decidí que mi vida no daba para más, empecé ir a terapia y fui con un sólo problema: una persona (mi amor insuperable*). Quería solucionarlo y ya. Pero no. Una mierda trajo a la otra y de repente sentí como una bola enorme me pasaba por encima y me pisoteaba hasta dejarme sin ganas de vivir. Empecé a reconocer mierdas que ni siquiera sabía que existían, que les había quitado peso, importancia, que había olvidado, arrinconado, resignado, negado. Hace poco la vida me hizo un click y todo desapareció, me sentí libre por primera vez en mi vida.
 Y me equivoqué mucho, me equivoqué TANTO en la vida... Cambié muchísimo, y sigo teniendo problemas, siempre voy a tenerlos, es tan humano como respirar, pero soy un alma libre
Y sí, busco que los demás lo sean. Aunque eso me afecte, y me consuma la energía, no lo sé.
 Nunca hablo sobre mí. Antes era de esas personas que comparten todo su pasado con lujo de detalle. Pero después entendí que aunque eso formó y forma parte de mí, tenía que dejar de hablar de lo que fui y empezar a ser yo, hoy. 
 No soy una persona maravillosa, y definitivamente no soy la Cupido del equilibrio emocional. Sólo soy una persona que tiene las cosas claras y entiende. No soy inteligente, ni creativa, ni buena, sólo soy lo que quedó de mí y estoy orgullosa de eso. Porque sé mi pasado y sé lo que me costó esta libertad.

sábado, 9 de agosto de 2014

El primer beso*

 Quizás haya pasado demasiado tiempo, pero me sorprende no recordar una sensación así. O quizás, realmente nunca antes había sentido algo tan hermoso al besar a alguien. 
 Esa perfección, ese pensamiento de "no creo que esto me esté pasando", esa emoción, esa magia.
 De repente, quise que el tiempo frenara y quedarme en ese momento para siempre
 De repente, sentí que era completamente feliz y no importaba nada más.