Vistas de página en total

sábado, 30 de noviembre de 2013

Me siento como si dependiera de un sólo hilo. Al borde del abismo, una vez más. De mi propio abismo.
Una cosa es psicoanalizarte a vos mismo, entender el por qué de tus acciones más profundas, pensar causas y consecuencias de tus actos, conocer tus errores, entenderlos, aceptarlos y hacer una auto crítica. Otra cosa muy diferente es chocarte con la realidad del pensamiento de los demás. Y no hablo del qué dirán de la sociedad en general, hablo de la mirada fría y crítica de la gente que nos rodea, del cercano, del amigo, del familiar.
 Hacés todo por la mitad, sos egoísta, idiota, gorda, irresponsable, solitaria, te encerrás en vos misma, no demostrás. 
 No. No puedo.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Let it be*

 Y de repente me encontré haciendo un balance del año, como si estuviera por terminar, cuando aún quedan arduas semanas de trabajo intenso, cuando faltan los finales, cuando faltan las muestras, cuando falta todo lo que sería ultimar detalles. 
 2013 podría haber sido un gran año si aprovechaba el tiempo, pero muy preocupada por el paso del mismo, lo dejé ir, sin el esfuerzo suficiente, sin valentía, sin coraje, sin nada de lo que me pueda orgullecer. Fui acumulando ropa sucia todo el año (metáfora), esperando cambios sin pisar distinto. 
 Al menos puedo reconocerlo, creo que esto es un gran paso, para mejorar. Aunque toda la vida sea dependiente de una rutina y sea siempre una esclava del tiempo, sé que para el año que viene una de mis metas va a ser organizar mis tiempos para poder cumplir con esa rutina con total y completa responsabilidad, y cumplir con todo, no por la mitad como este año.
 Aprendí, lloré, viví. Eso seguro, no de la mejor forma, no al máximo. Estoy segura de que si me hubiese esforzado un poco más en mis responsabilidades, hoy la recompensa sería mucho mayor, pero no lo hice, perdí tiempo.
 De todos modos conseguí grandes cosas, estoy segura de que hoy estoy un escaloncito más arriba en mi carrera (aunque me falte muchísimo), que tengo las herramientas para ser quién y cómo quiero ser, sólo tengo que ajustar un poco mi mente y volver a aquella fuerza de voluntad que tenía a los 12, 13 años. Fijar más mis metas, no vacilar con tantas dudas. Porque las tengo, y es humano y es normal. Poder aceptar eso, poder ir aprendiendo con el tiempo e ir siendo cada día un poco más lo que quiero ser y dejar de lado lo que soy.
 Dejar de pensar cómo puedo ser feliz y empezar a ser feliz. Con las pequeñas cosas. Y no, el positivismo no es mi fuerte, creo que este blog lo sabe más que nadie, pero intentar. Caerme y levantarme, dejar de mirar el mundo desde abajo, crecer, sentir, vivir pero de verdad. 
 Tener ganas de más, inspirarme, inspirar, terminar viejos proyectos, comenzar nuevos, encontrar el amor (¡de una vez por favor!), dejar de pensar un poco, dejar de rotular las cosas, dejar de psicoanalisar a los demás y a mí misma, dejarlo ser.

lunes, 18 de noviembre de 2013

D(ramática) I(nfeliz) N(egativa)O (scura) R(ealista) A(complejada)*

Gorda. Irresponsable. Melodramática. Autocrítica. Tarada. Insuficiente. Egoísta. Acomplejada. Baja autoestima. Depresiva. Débil. Ilusa. Enamoradiza. Triste. Silenciosa. Sufrida. Víctima. Falsa. Mentirosa. Infeliz. Culpable. Psicológica. Imperfecta. Fea.

domingo, 17 de noviembre de 2013

"Hay que bancarse la meseta" dice siempre Juli, la profesora de Jazz. Con meseta se refiere a esa sensación de estar estancado, ese momento en el que no tenés ni avance ni retroceso en el proceso del aprendizaje, en este caso.
A veces siento que mi vida es una meseta constante. Que se vuelve rutinaria, que no me satisface, que no me llena, que no me cambia. Que hago todos los días lo mismo porque así lo dice mi agenda. Me levanto, desayuno, viajo, curso, almuerzo, viajo, me quejo de la rutina, y volvemos a empezar.
Vivo sin sentido, vivo porque es así. Vivo sin ganas de vivir.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Hola Noviembre*

 Noviembre. Mes de caos, de cambio, de movimientos, mes de presiones.
 Noviembre. A dos meses del verano, lo que implica: vacaciones, menos ropa, maya, calor. Lo que nos recuerda que tenemos que adelgazar URGENTE.
 Noviembre. A dos meses del descanso, pero los dos meses más arduos.
 Noviembre es el mes en el que tenés que lavar la ropa sucia que venís acumulando desde marzo, como diría metafóricamente un amigo mío. Hacerte responsable de tus irresponsabilidades, ponerle el pecho a las balas, hacerte cargo de los problemas para darles una solución y así, a fines de diciembre, puedas tomarte el descanso que merecés sin ningún tipo de presión.
Noviembre, que nos recibe así, con una hermosa lluvia. Quizás queriendo decir que esta vez quiere ser distinto, que quiere que lo dejemos ser, pero sin embargo siempre va a estar ligado a la presión.
Noviembre.