Despedirse del 2012
es algo más que despedirse de un año como cualquier otro. Porque el 2012 se
lleva etapas, se lleva recuerdos. Fue un gran año. Como todo, con sus cosas
buenas y sus cosas malas, con sus pro y sus contra. Al igual que cada año,
aprendí muchas cosas, valoré otras tantas, sufrí muchísimo y lloré aún más.
Viví en este 2012 cosas inimaginadas.
Pensar que un 16 de febrero
entramos a un estudio de televisión por primera vez todos juntos, con el sueño
de ganar el viaje a Bariloche, pero por sobre todas las cosas divertirnos
juntos, porque de todas formas estábamos pagando otro. Comenzamos este 2012 unidos, como prometería
ser todo el año. Pasaron los juegos, son miles las anécdotas. Pasaron los acompañantes
y también los días. Lunes 20, y la llave número nueve se
encargó de hacernos saltar de felicidad. Lágrimas, gritos, sensaciones
inexplicables como la vibración que todos sentimos 2 milisegundos antes de que
llegue a nuestras caras la expresión de ¡SI CHICOS, ARRANCÓ EL MICRO! Lo
ganamos.
Quedaba por adelante Bariloche 1,
Bariloche 2, la Fiesta, la Cena, los Buzos, la organización del día de la
primavera. Y todo pasó, así como si nada. Los meses no se hicieron esperar y el
tiempo voló más aún para nosotros que esperamos de cada segundo para poder
disfrutar de ese número 61 que nos perteneció y nos pertenecerá SIEMPRE.
Atrás quedan todos los años de
secundaria, dejo atrás todos aquellos recuerdos, cada palabra, cada broma, cada
compañero. Esas clases enteras de tener que esquivar los misiles de papel, que
luego se convirtieron en aviones con papel picado o hasta arroz, que después se
convirtieron en botellas llenas de agua, y que para los últimos días ya eran
pistolas de agua sin ningún tipo de disfraz. Sentir que en lugar de estar en
una clase estabas en medio de una guerra, en la que volaba todo tipo de
elemento (hasta un filtro de café, clavos, recipientes de dulce de leche
repostero de 2kg.) que todavía, por cierto, no comprendo cómo les entraba en la
mochila.
Dejamos el legado de que en algún
momento, un grado un poco más inteligente, realice una Guerra de Sifones sin
que las monjas se enteren, porque nuestro proyecto fracasó.
Me voy del colegio con una
sonrisa, mil recuerdos y grandes amigos, así como también me voy con 3
amonestaciones colectivas y la etiqueta de que 6°B fue EL PEOR GRADO DE
LA HISTORIA DEL CANOSSIANO. ¿Saben qué? Me voy orgullosa, porque todas las que
nos mandamos, hoy y siempre van a significar una sonrisa y carcajadas al
recordarlas.
GRACIAS Promoción LXI, por todos
los momentos que pasamos juntos. Siempre los voy a guardar en mi corazón, son
la mejor división en la que pude haber estado.
Por otra parte quiero rescatar
que en mi 2012 hubo muchas cosas buenas, encontré mi vocación, por suerte.
Decidí que iba a luchar por mis sueños porque es AHORA el momento. Porque me di
cuenta que es mejor saber que luché por lo que quise para toda mi vida, a
resignarme a eso y tener que levantarme por el resto de mi vida para trabajar
de algo que NO quiero.
Sigo eternamente agradecida a
Crisoles, porque es inmenso el crecimiento personal y profesional que tengo
desde que estoy en ese lugar, y aunque los últimos meses no pude estar en las
obras por problemas personales, no hay lugar que adore más que Crisoles. Este
2013 si Dios quiere, aunque esté cansada, viajando y estudiando, voy a dar lo
mejor de mí arriba de ese escenario al que ya le tomé cariño. No me imagino qué
sería de mí sin Rosita en el Jorobado, por ejemplo.
Tengo que agradecer a mi familia,
que este año me bancó en todo lo que me pasó, gracias a ellos viajé a Bariloche
1, a Misiones por el Congreso de Jóvenes, me dejaron usar la beca que me gané
en Reina. Realmente estoy agradecida con ellos, aunque como toda adolescente
siempre tenga algo para contradecirles. Sé que toda mi vida voy a estar
rencorosa porque no me dejaron ir a Bariloche 2, pero bueno, son mi familia.
Este año me ayudó también a darme
cuenta de quiénes son realmente mis amigos y quiénes no. Cada año cuando uno
hace un recuento de vivencias lo nota. No me arrepiento de NADA de lo que hice
este año, aunque me hubiese gustado hacer las cosas diferentes.
Cada amor, cada sufrimiento, cada
vivencia, cada error, cada fracaso, me ayudaron a crecer o no, y ser lo que soy
hoy.
Este 2012 conocí muchas personas
maravillosas, desconocidos se volvieron amigos y amigos desconocidos.
Pero lo que importa es cómo voy a vivir mi 2013. Despido con mucho amor a este
2012 que hizo de mi último año de secundaria algo fantástico, y recibo al 2013
con la expectativa de que todo puede ser mejor. Con los brazos abiertos a
nuevos amigos, nuevos amores, nuevos errores y nuevos aprendizajes.
HASTA SIEMPRE PROMOCIÓN LXI, HASTA SIEMPRE 2012
Muchas gracias a todos los que vivieron este año tan especial conmigo ♥