Vistas de página en total

miércoles, 16 de octubre de 2013

¿Saltar o no saltar?

 ¿Qué pasaría si yo abandonara todo?
 ¿Qué pasaría si me rindiera ante mis propias adversidades?
 ¿Qué pasaría si, de una vez por todas, me tiro al abismo?
 Abandonaría mis sueños, dejaría de lado mis luchas, me olvidaría de mis esfuerzos para ponerle paz a todo esto. Dejaría de pensar en el tiempo, me olvidaría de las rutinas, dejaría que el dolor se esfume tras esos recuerdos que me hicieron mal.
 Abandonaría mis expectativas, mis metas, mi futuro. No habría servido de nada planificar mi vida, contar los días, sufrir porque no voy a terminar mi carrera en cuatro años sino en cinco. Porque no existiría más el tiempo. No habría servido de nada esperar tanto a ese príncipe que me de un final feliz, ni tener decididos los nombres de mis cuatro hijos, porque ninguna de estas cosas existiría. 
 No habría servido de nada el casi año de terapia, ni el dinero que gasté en mi formación artística (y no me quiero poner a pensar en cuánto fue). No habría servido de nada tener amigos, porque los estaría abandonando. Pero, pensándolo bien, ¿nunca me abandonaron ellos a mí?
 No habría servido de nada enamorarme hasta que mi corazón se destroce por completo. Aunque pensándolo bien, eso fue lo que me hizo sentir. No hubieran servido de nada las lágrimas derramadas, ni las sonrisas fingidas.
 No habrían servido de nada las discusiones con mamá, las ganas de mudarme sola, porque nunca llegaría a hacerlo. No habrían servido de nada esos ahorros para irme lejos, ni habría servido de nada gastarlos en prendas o helado. No habrían servido de nada mis ganas de adelgazar, ni mis atracones.
 Si yo me tirara al vacío, no quedaría nada más que esto... Un par de palabras, un par de dibujos que dejo ahí en mi carpeta, un par de cartas que nunca voy a entregar, un par de canciones que quise cantar. 
 Si yo pudiera ponerle fin a esto, ya nada me ataría. SERÍA LIBRE.




                                                                                               ¿Es una forma de huír o un acto de libertad?

martes, 15 de octubre de 2013

Te veo, te hablo sin palabras. Me pregunto por qué no me buscaste, por qué vos, el amor de mi vida, no recorriste Cielo y Tierra para encontrarme, por qué, sabiendo dónde estaba, no me rescataste de mí... Te miro. ¿Qué decirte? ¿Qué decirnos si todo está dicho en nuestras miradas? ¿Por qué me hiciste caso? ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ? Te miro y ¿qué decirte? Los años pasaron para los dos. Te miro como puedo mirarte, y pude mirar a tantas personas y a la vez a nadie, porque estuve muerta todos estos años, porque vivo en vos y en esos fríos ojos negros. Te miro y vivo de nuevo. Te miro, me ahogo en dolor. Un segundo de vos y te vas. Te miro y muero.

viernes, 11 de octubre de 2013

Subjetividad, autocrítica y amor: seamos nosotros mismos*

 Qué extraño es el mundo de la subjetividad y de la autocomplacencia.
 Es extraño y hasta maravilloso saber que para alguien podemos ser la persona más perfecta del mundo, mientras que nosotros en nuestro reflejo nos odiamos.
 Y puede que el amor tenga que ver algo con eso, con el subjetivismo. Cuando de repente y sin sentido, nuestros defectos, para alguien, se convierten en virtudes, cuando nuestras defensas se vuelven bajas y podemos abrirnos a otro, cuando realmente nos damos a conocer.
 Amamos a quién nos ama pero no tanto como al que nos odia, es un gesto de mutilación hacia nosotros mismos que todos tenemos o tuvimos alguna vez. Porque no todos nos enamoramos de la persona indicada en el momento indicado, pero nos hemos abierto a muchas personas que no supieron amarnos como nosotros mismos. Y luego aparece el miedo, ese miedo a dejar que las barreras caigan una vez más, por miedo a ser heridos (una vez más).
 Nunca se sabe qué pueden amar de uno, y quizás, ese pensamiento que está allá, al fondo, sin ser expresado, es lo que puede cautivar al otro. ¿Por qué no empezar a ser realmente uno mismo, con nuestros pro y nuestros contra? Dejemos el miedo atrás para poder avanzar, para poder sentir.
 Y si sufrimos... ¡viva por eso! Estamos vivos, y el dolor es parte de la vida. Y si el dolor es parte de la vida, también es parte de nosotros. Mostrémonos tales cual somos, con esos dolores que nos torturan, con los amores que no podemos olvidar, con el malhumor que tenemos a la mañana, el enojo por el tránsito, el positivismo que trae un buen día, por los altibajos.
 Al fin y al cabo, lo que no se muestra va a morir con nosotros sin haberse dado a conocer.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Nuestra despedida*

 El amor que colgaba en la pared una vez significaba algo, pero ahora no significa nada. Los ecos en el pasillo se han ido, pero aún recuerdo el dolor de diciembre. Oh, no hay nada que se pueda decir. Lo siento, es demasiado tarde. Me estoy liberando de estos recuerdos, TENGO que olvidarlos, simplemente olvidarlos. He dicho adiós, los puse en el fuego (tengo que olvidarlos, simplemente olvidarlos).
 Volviste a encontrar mi ausencia, y ese lugar está vacío como el agujero que quedaba en mí, como si no fueramos nada absoluto. No es lo que significaba para mí, creía que estábamos destinados a estar juntos. Oh, no hay nada que se puede decir, lo siento, es demasiado tarde. Me estoy liberando de estos recuerdos, tengo que olvidarlos, simplemente olvidarlos. He dicho adiós, los puse en el fuego (tengo que olvidarlos, POR FAVOR, simplemente olvidarlos)
  Me olvidé de ellos y ahora sé que una nueva vida es por este camino. Y cuando está bien, siempre se sabe, así que esta vez no voy a olvidar.
 Sólo hay una cosa más que decir, el amor nunca es demasiado tarde.
 Me he liberado de esos recuerdos. Los he olvidado, los he olvidado.Y dos despedidas condujeron a esta nueva vida: NO ME OLVIDES, NO ME OLVIDES.


No te olvidaré
No me olvides

domingo, 6 de octubre de 2013

Violetta *

 Vengo a escribir acá, todavía con el vestuario rosa y la tintura platinada en el pelo. Sin sacarme el maquillaje, y con el peinado tirante. Con una pulserita que dice ´peligrosamente bella´ que voy a conservar de recuerdo, y con una sonrisa imborrable.
 Hace algunos meses una amiga de mi mamá confió en mí y me dejó a cargo la organización de un mini show ambientado en Violetta. Asumí esa responsabilidad con un poco de nervios, y los meses pasaron casi volando, y los ensayos ya no fueron de una hora sino de más, y los vestuarios, y las coreos, y los nevios.
 Y hoy se fue todo, y hoy pudimos brillar más que nunca. Siempre subestimé a Berisso, porque no me gusta y siento que no me puede dar lo que necesito, pero fue hermoso poder subirme al escenario de MI ciudad y demostrar lo que sé hacer, lo que tanto amo y necesito ♥
 Ludmila es uno de mis personajes favoritos, definitivamente. Tener una oportunidad como esta para mostrarme, para hacer lo que amo, es una sensación indescriptible realmente. Es algo jodido, qué se yo, a veces me siento mal (la mayoría de las veces) porque ser ´artista´ es algo muy bohemio, es inestable. Y la gente no confía. Pero después pasan cosas como esta, y te volvés del show lleno de energía, las nenas vienen a sacarse fotos con vos (aunque no estés en un teatro) y se van con una sonrisa porque ´Ludmi´ las saludó. O te paran los papás y abuelos para felicitarte.
 ¿Cómo no estar feliz? ¿Cómo no querer seguir viviendo de esto? Y no, no es por la plata. Gasté más en la peluquería haciendome el look de Ludmila que lo que gané, pero yo estoy emocionada por las sensaciones, por la oportunidad, por lo feliz que me hizo ver a las quince Reinitas Infantiles de cada colectividad cantando y bailando las coreografías de Violetta ahí sentaditas, con los ojos llenos de ilusión.
 Y eso hoy me llena el alma, y son pautas de que realmente estoy en el camino correcto. Que no me importa las veces que me digan gorda o inútil, o ´dejate de joder y andá a estudiar algo de verdad´ porque esto es lo que amo. Esto y NADA MÁS. Esto es lo que quiero ser y hacer toda mi vida, y quiero luchar por esto, luchar por mis sueños, que gracias a Dios se van cumpliendo poco a poco.
 GRACIAS a los chicos que me acompañaron en este proyecto. Tuve muy buenas críticas. Por el tiempo compartido, por los ensayos, por los sacrificios. Lamento mucho lo que pasó y el que hayan tenido que elegir. GRACIAS por haber elegido Violetta, no hubiese sido lo mismo sin ustedes.
 Y gracias a la gente que me apoya, a todos los que siempre me mandan buenas energías. A mi familia, que siempre está orgullosa de mí cuando estoy arriba de las tablas, y a pesar de todo me bancan.
 ++++++++++++++++++++++++++++++++++++ ♥

miércoles, 2 de octubre de 2013

Perderte de nuevo *

 Esta canción no pudo identificarme más porque no tenía tiempo, copado eh.

No había más que decir, había llegado el fin. Hacía dos años ya que no me la encontraba.
Y fue tan fuerte volver a verte, sufrí tanto tiempo por tí, basto mirarte, recuperarte y saber que te irías sin mí.
 Y fue tan fuerte volver a quererte, volver a creer en los dos, basto mirarte, volver a amarte para perderte de nuevo... amor.