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lunes, 30 de septiembre de 2013

 Qué triste enterarse una noticia como la de Renzo. Tragedias inesperadas, finales insospechados. A veces es tan raro el círculo de la vida, hoy muchos se van, como él, y también muchos nacen.
 Pensar que hay muchas personas que quizás hoy estén pensando en quitarse la vida, que se dan por vencidos, que quieren morir. Y gente que estaba llena de vida, de juventud, de talento, de sueños, se nos va, por un accidente. Es horrible.
 Dios sabe a quién se lleva y por qué lo hace. Muchísima fuerza a la familia y amigos de Renzo Casali.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Black Hole *

 A veces la tristeza y el dolor, se convierten en nuestros lugares cómodos. Allí donde solos estamos, y solos nos entendemos. Donde nadie nos juzga por llorar, ni pretende que dejemos de hacerlo. Allí donde no tenemos que finjir. Pero al fin y al cabo, ese lugar es un agujero, un agujero negro en el cual nos aislamos, pero... ¿estamos solos porque nos aislamos? ¿o nos aislamos porque estamos solos?
 Nos escondemos, de la burla, de los demás, del sentimiento. Una y otra vez. Quizás alguien alguna vez viene a darte su mano, a sacarte de ese agujero en el que te metiste, pero esa mano se aleja, y volvés, volvés porque no tenés otro lugar a donde ir. Porque nadie puede escapar de su naturaleza, aunque quiera. Y menos aún si no tiene a nadie que le enseñe. Estar solo es feo, dicen. Pero tampoco es cuestión de confiar en todas las personas, porque después se van, ¡te aseguro que se van!








¿Qué paso con los buenos tiempos? ¿qué pasó con los momentos donde sentíamos mucho?
Quiero ir ahí, quiero saber donde está todo lo que significó algo para mí. Encontré esa caja de cartas que solían hacerme sonreír, pero ahora me siento sola. (Black Hole - Lindsay Lohan)

domingo, 22 de septiembre de 2013

El lazo de plata*

 Ovidio afirmaba que cualquier mujer puede ser conquistada, y Kierkegaard decía que sólo se trata de encontrar ese lazo de plata que lleva a su corazón. Con la estrategia indicada, algún día me va a amar tanto como yo. Aunque algunas estrategias son peligrosas.
 El lazo que lleva al corazón de una mujer existe. El problema es que ni ellas saben qué las enamora de un hombre. Nadie lo sabe. Cuando amamos, intentamos llamar la atención del otro de cualquier forma. Pero lo que nos puede llevar al corazón del otro es algo insospechado, misterioso. El corazón es un órgano complejo, muy sensible. El corazón tiene razones que la razón desconoce. El corazón es muy poco previsible: lo que a unos enamora, a otros los desenamora. De pronto, sin buscarlo, sin saber por qué ni cómo, encontramos ese lazo de plata que lleva al corazón de una mujer; ese lazo que ni ella misma sabe cuál es.
 Hay hombres que encuentran el lazo de plata apenas conocen a su chica, y no la sueltan. Hay otros que nunca se enteran que llegaron al corazón de una chica, y la dejan ir. Y cuando un hombre llegó al corazón de una mujer, ella hará cualquier cosa por retenerlo. Otras, en cambio, persisten en tener un corazón sin dueño. Cuando el amor naufraga, uno se agarra de lo primero que encuentra para salir a flote, aunque hundas a otros. Si falla un salvavidas, hay que echar mano a otro. Uno infalible: los proyectos de pareja. Los proyectos de pareja sirven, no tanto para entusiasmar a tu chica, sino para que le de más lástima dejarte si te ve tan ilusionado. Hay otros proyectos que se hacen en pareja, pero no acercan. Una vez que encontraste el lazo que lleva al corazón de tu chica, sólo hay que tirar un poquito y hacer un nudo bien fuerte para que no se desate con nada. Una mujer reclamará como propio a ese hombre que logró llegar a su corazón. Pero el camino hacia el corazón de alguien no siempre es un camino ida y vuelta.
¿Pero qué es ese lazo de plata que lleva al corazón de las personas? ¿Por qué a algunos les basta sólo con verse una vez para llegar al corazón del otro? ¿Por qué para algunos funciona el amor a primera vista, y otros nunca lo ven? No hay claves ni estrategias que valgan, porque ese lazo que lleva al corazón del ser amado es un misterio. Nadie puede explicar por qué ama, ni por qué es amado. Algunos aman porque son amados. Otros son amados porque aman. Hay corazones caprichosos, competitivos. Y hay corazones precavidos, reacios a dejarse amar por miedo a ser lastimados. Ese miedo no siempre es zonzo; no deberíamos dejar que cualquiera llegue a nuestro corazón. Una vez que alguien encuentra el lazo de plata y llega a nuestro corazón... es para siempre.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Invisible*

Yo no me olvido de nadie.
La gente se olvida de mí. Siempre.
Pasamos cosas hermosas, discutimos, tuvimos problemas, los solucionamos, nos divertimos, reímos. Pero la gente no se acuerda de mí
Por algún tiempo yo me encargo de hablarle al otro, de saber cómo está. Quizás en los primeros meses también el otro se preocupe por mi estado, y ambas partes coincidimos para pasar más tiempo juntos.
Y después mido al otro, para ver cuánto puede estar sin saber de mí, cuánto le importa saber de mí.
No hay resultado.
Por alguna casualidad de la vida, me ven conectada en el chat y se acuerdan de que había una chica llamada Dinora y blablabla. Sueltan un te extraño, un estás desaparecida.
No. No estoy desaparecida, vos me desaparecés. Vos me hacés invisible.
Yo sigo viviendo en la misma casa, concurriendo a los mismos lugares, teniendo el mismo número de celular y conectándome a Internet a la misma hora.
Ahí está la prueba de mi soledad.
¿Por qué? No sé. Yo estoy. Siempre que me necesitan estoy. Y ellos están cuando me necesitan, justamente porque saben que estoy.

jueves, 12 de septiembre de 2013

 Sentimientos inexplicables. Quizás es el tiempo, quizás es la lluvia que trajo consigo un deje de nostalgia, de aquella que te invade el cuerpo y hasta el alma. Cansancio acumulado, amores del pasado con sentimientos de presente. Inspiraciones de muy temprano en la mañana, cuando no hay tiempo para sentarse a escribir. Ganas de llorar, tristeza. Angustia. Soledad. Tirar todo por la borda, dejar de sufrir, dejar de vivir, dejar de sentir. Hace mal, duele.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Lágrima*

 Lágrima. A secas, preciso. Lágrima. Con mayúscula, porque significa tanto...
 Una mezcla de sentimientos y sensaciones. De esas sensaciones profundas que te revuelven el estómago, la mente y el corazón. De esas sensaciones que te confunden, sólo por el hecho de ser contradictorias. Amar algo que en realidad odias. Y apropiarte de eso, de ese odio para poder mejorar, para ser feliz. 
 Una lágrima, dos lágrimas, tres lágrimas... Al fin y al cabo es siempre la misma, siempre esa única Lágrima la que regresa, la que nunca termina de irse. La que sigue ahí, rondando la moral, planificando qué va a estar bien y qué va a estar mal. La que confunde, la que marea. La que llega hasta límites insospechados.
 Y no me puedo desprender, somos la misma, estamos juntas en esto.