Me pregunto si alguien, alguna vez, va a poder animarse a conocerme sin salir corriendo. No sé si estaría excusándome, pero sé perfectamente por qué entonces miento y oculto cosas, por qué no quiero mostrarme como realmente soy. No vale la pena, si al fin y al cabo, no existe ese valiente príncipe que se anime a conocerme. Y no me considero algo misterioso y emblemático, ni tan importante como para pretender que alguien quiera hacerlo, simplemente me hace mal saber que no existe la persona.
Y cuando algo se le parece, hay otra cosa que lo arruina.
Mírame y dime quién crees que soy, por qué soy lo que soy... ¿Quién pensará sólo un poco en mí si nadie sabe quién soy?¿Seré la imagen del futuro? ¿Seré la imagen del pasado?¿Seré a quien nadie recuerde nunca?
No hay comentarios:
Publicar un comentario